jueves, 7 de mayo de 2015

Capítulo 6. Por aquí paso, por aquí no. Las limitaciones de Anabel



Como ya comenté en el Capítulo 4 a mí no me sobran unos azotes en mi querido culo, hay gente que se rasga las vestiduras sólo con una inocente proposición, hasta mi “teta” le paró los pies a su chico cuando le dio una caricia algo más fuerte en un acto de motivación espontánea… 

Está claro que a cada uno le pueden resultar ciertas preguntas o insinuaciones denigrantes para su persona. Hay tíos que sólo el hecho de que le roces su ano, por ejemplo, les corta el rollo, hay otros que sí les excita que toquetés un poco, hay otros que directamente te preguntan que si tienes “algún juguete para él” lo que le hace preguntarse a una si realmente era con una chica con la que querían follar… y lo he sentido denigrante para mí, jajaja. El Ingeniero Opositor un día me alzó el culo de una manera inquietante mientras le comía la polla… vamos que le faltó el cartel luminoso de “Abierto”. La verdad es que no fui capaz de meter ahí el dedo, yo creo por miedo de encontrarme algo que no quería… o por miedo a que se excitara más que por follarme.

El caso es que hay gente que pregunta ¿dónde está el límite? Pues donde lo quieras poner tú, pero no lo grabes con fuego, depende de la confianza que se vaya creando con cada distinto amante.
Los sobrados del Badoo (ver Capítulo 2) van de listos, pero como para coño el mío enseguida les pongo las puntos sobre las íes, y es que ¿qué manera de convencer a una chica para que quedes con ella es preguntarla que si te deja correrse en su cara? Nos ven como putas en potencia, pero sin cobrar… Pues chico si quieres hacerme guarradas al menos saca el billetero y ya vamos viendo, jajaja… La verdad es que en una tarde de aburrimiento me entretiene bastante vacilarles y minarles un poquito la hombría… a ver si así espabilan un poco. 

Y es que el tema de las corridas es una lucha constante… y un dilema también.  A mí me encanta notar cómo se corren dentro de mí, con mi chico tomaba la píldora y seamos sinceros, sin condón mola más, pero cuando es un tío que no conoces de nada usemos la cabeza por Dios, así que eso descartado. Así que según van ganándose mi confianza esa barrera se va haciendo menos exigente. Pero siempre la pongo yo, no acepto peticiones y mucho menos exigencias… bueno, es que el que me venga exigiendo paro y le mando a su puta casa.

El culo es el primer sitio que ofrezco en “mancillar”, será por lo que he dicho antes de notarlo dentro de mi... Si hay confianza y olvidamos por un día el condón (lo sé,  lo sé, mal hecho) y usamos la marcha atrás… les dejo que descarguen en mi pecho o estómago… El Summer Lover, un granadino encantador que follaba como un dios, siempre iba corriendo al baño a por papel, y me limpiaba con dulzura… “a mí me enseñó mi madre que hay que limpiar lo que uno ensucia” jajaja ole tu madre, pero mejor no le cuentes como me acabas de ensuciar…

No dejo que se corran en la boca, la verdad es que en general no termino una mamada. Para mí es un buen preliminar, es algo que me gusta hacer, pero quiero dejarles rabiando… Sólo dos personas han tenido la suerte de hacerlo, el Vecinito y Nachete, pero en contadas ocasiones y porque yo les dije que lo hicieran. A mí no me pone, pero fue… un regalo. Lo que no creo que haga nunca es tragármelo, me da asco sólo con pensarlo. Y lo que nunca nunca nunca dejaré es que se me corran en la cara. Para mí es uno de mis límites infranqueables, esa es mi línea que separa el respeto con la denigración. Veo poco porno, no me motiva nada, la verdad, pero ver esas corridas en la cara y la chica con cara de felicidad… ¿a quién quieren engañar? A los tíos, claramente, pero yo por ahí NO PASO.

Es como el “follarme la boca”, una expresión bastante visual y desagradable para mi persona. Yo te la voy a comer como una diosa de la felación, si quieres incluso me puedes dar y acepto alguna indicación, pero como me cojas la cabeza vamos a tener un problema… a más de uno que lo ha intentado he parado y, con una sonrisa de oreja a oreja le he soltado un “ya puedo yo solita, gracias”, y he seguido al lío, así, como no dándole importancia… pero haciendo que capten el mensaje. 

Con el sexo anal tampoco tengo problema, es más, me resulta excitante. Ahí la limitación la pone el miembro del susodicho y la capacidad que tenga de excitar y preparar la zona en cuestión. Hay pollas culeras que entran solas, pero como el chico este bien dotado se lo tiene que currar más. Lo que está claro es que el ritmo ahí también lo marco yo, no vayamos a tener un disgusto.

Y volviendo a los azotes… mis queridos azotes… Uno me preguntó por el Badoo si me gustaban, cosa que afirme, y todo motivado me preguntó que si unas “bofetaditas suaves” también me motivaban… 

-          Como me roces la cara te suelto una hostia
-          Bueno bueno… ¿y si es con mi polla?
-          Si quieres que te la corte…

Creo que más que claro… le quedó cristalino. Ay el porno… que mal ha hecho a los tíos.

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